La pandemia de la Covid-19 trajo consigo nuevos estilos de vida, nuevas formas de convivir; sin duda uno de los más influenciados fue el tema de la escolaridad, en el caso de los niños, debían adaptarse a ver un profesor a través de una pantalla y tratar de descifrar lo que estos le decían, escrito en una guía.
Esta guía, la mayoría de las veces es redactada pensando que un adulto la va a interpretar; la mayoría de los padres se toman para ellos, el trabajo del docente, asumen la guía, como si fuera desarrollada para ellos y les transmiten a los niños lo que ellos pueden entender, tema difícil si se tiene en cuenta que ellos, no tienen la pedagogía necesaria para orientar el aprendizaje.
El primer error que cometen los padres es asumir la complejidad de la guía, es común escuchar expresiones como: “Eso es muy difícil”, “Eso es mucho trabajo”, “El niño no puede hacer eso”, es decir, ponen límites sin haber intentado poner al niño a resolver el problema.
El segundo error es querer estar siempre al lado del niño para resolver los temas planteados, lo correcto es enseñarles a ser autónomos, dejarlos que sean ellos quienes resuelvan el planteamiento en la guía, los padres solo deben orientarlos, gestionando los recursos, tales como: tiempo, útiles y por supuesto que asuman el compromiso, deben dejarlos que se equivoquen. A muchos padres les da pánico porque piensan que el niño no va a responder bien ante un planteamiento o una evaluación que le hagan, hacen trampa con tal que responda bien ante ciertas preguntas y situaciones planteadas por el docente, no analizan que el niño, se debe equivocar para que el docente pueda saber cuáles son sus limitaciones y luego poder trabajar en ellas y mejorarlas. Muchos padres subestiman a los niños, si analizaran bien, se darían cuenta que muchas veces solo basta con saberlos
motivar, que ellos se sientan apoyados, que sientan que pueden asumir este compromiso; sólo debemos crearle el hábito de estudio, ellos hacen lo demás; los niños tienen una capacidad de adaptación mucho mayor que la de un adulto.
Si sientes que no puedes superar esto, busca ayuda externa, personal de psicología experto en el tema te puede ser de gran ayuda, dejemos ya ese pensamiento errado que, si estoy con un psicólogo, es porque tengo problemas serios, la salud mental se debe controlar de la misma forma como controlo el resto de mi cuerpo, un psicólogo se debe visitar de la misma forma como visito a un médico general, no debo esperar a sentirme mal para hacerlo, a los niños también les viene bien este tipo de ayuda.
¡Muéstrales el camino y déjalos que ellos hagan el recorrido!
Gewin Fernández Cáceres.
En crecemos, no nos limitamos cuando de ayudarte a crecer se trata; somos psicólogos para todos y te acompañamos a superar tus problemas y mejorar tu vida.
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